jueves, 11 de noviembre de 2010

De amor creado

Siempre has sido tú aquella verdad en mí,
latido de mis latidos, voz en la voz de todos los cantos.
El eco de tus señales susurró el comienzo de mis pasos,
ineludibles hacia ti, ineludibles a tu fulgor secreto,
fulgor de íntimos abismos y de noches arropadas
por el amor más inocente. Aparezco en cada huella tuya
como lo eterno nunca nacido, despejada verdad
de mi ser inextinguible cálido en tus adentros.
Lo cierto es que yo fui siempre tú, que nunca hubo dos
en esta danza de amor sin tiempo, en este juego de espejos
que jamás cesó de transparentar el hilo inmutable
que une nuestras almas, a veces aparentemente distanciadas.
Pero nunca hubo distancias entre lo mismo,
entre lo siempre siendo uno y todo
en la totalidad de la luz creada.
Por eso canto a tu amor
que es el mío. ¿Cómo no cantar
a la música que siempre acompaña?
Jamás fui sin ti, jamás fuimos distintos...
Te amo en la luz que me desvela,
te amo antes del principio,
en medio de lo eterno sin principio,
en medio de nosotros, donde ya no queda nada
que no sea nunca nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Éxtasis de silencio

El amor fue un gesto, señal cómplice que daba comienzo a un suspiro sin tiempo. Fue un instante, una caricia del viento, una mirada en...