miércoles, 11 de mayo de 2011

Viaje interior

Eclipsó un susurro el rumor habitual. Un aire leve de sílabas movió el cuerpo hacia el silencio y lo tomó con sus brazos quietos de paz instantánea, dejando atrás todo el temor, todo el ruido que habitual vierte sus lágrimas en el desasosiego. Llegó sin poder verse, tan sólo quedó sentido, hallado, el inocente espejo que paró el tiempo, que hizo muda la búsqueda.

"Ya no hay más búsquedas", dijo. "Ya no más noches glaciales, del estar sin ser con los huesos temblando." Mi voz quiso tocar su cuerpo, sus alturas, y dejó de habitar como verbo anhelante, para callar, sólo callar en lo llegado, en la brisa repleta del silencio unánime. Hubo miedo antes del sol, temor a la noche, temor al no más ser. Pero el frío ya no regresó. Era cálido el llamar de lo hondo.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Tormenta deseante

El paraíso eran tus labios, curvado continente
donde los astros palpitan descubiertos.
Contorno, calidez de una hondura delimitada
por el ciego caudal de la carne. Presencia desbordada
como un río dominado por la tormenta,
abrazado al aire, a la espuma, al fragor
del abandono del tiempo. Delirio, existencia...
Canto de la luz sobre las aguas del cielo.

Éxtasis de silencio

El amor fue un gesto, señal cómplice que daba comienzo a un suspiro sin tiempo. Fue un instante, una caricia del viento, una mirada en...